Mira nomás de lo que se agarran las compañías de seguros para no pagar.


Primero le cuento una anécdota y luego le entramos al tema.

Hace algunos años una televisora, que se ostenta como muy mexicana, se agarró de pleito contra una compañía de seguros de color naranja y entre sus reportajes entrevista a una señora que decía – ¿cómo es posible que me tengan que violar para que me paguen el robo de mi camioneta? Mira nomás de lo que se agarran las compañías de seguros para no pagar. – cuando en realidad lo que sucedió es que el ajustador le dijo que: como no hubo violencia en el robo, éste no procede.

Violencia que la señora interpreto por ser violada, si estudiamos un poquito de seguros, porque así lo especifican las condiciones, se puntualiza que es requisito que exista violencia en el robo, ya sea ésta física o moral.

Lo que realmente sucedió, quedó en evidencia en otra versión de la entrevista a la misma señora donde ella misma narra que estaba vendiendo su camioneta y el supuesto comprador le solicitó las llaves para probarla y ¡ya no regresó!, así que la señora llamó a la compañía reclamando el robo y el pago del mismo por el seguro.

Los seguros cubren riesgos no… abusos de confianza, por decir lo que hizo la señora sin calificativos peyorativos. Una amenaza verbal hubiera sido suficiente para que exista violencia moral pero no sucedió así, sino que ella misma, de buena fe, le entregó las llaves de la camioneta, se la prestó, dio su consentimiento y esto no es robo, es abuso de confianza que no está cubierto por el seguro de automóviles.

Ahora sí, vamos al tema. El contrato de seguro es un contrato de buena fe y en el llenado de la solicitud es donde el asegurado manifiesta su buena fe o la falta de ésta. Es por ello que “antes” las solicitudes decían: Deberá ser llenado por el solicitante con tinta negra y letra de molde.

Ahora es llenado por el agente de seguros y tanto antes como ahora, firmado por el solicitante de que lo que manifiesta es verdad. Aprendí de un buen agente a decir -ahora sin leer este aviso por favor pone su firma aquí- a lo que obviamente el solicitante se pone a leer el aviso que procede a la firmas. Psicología inversa, por favor firme sin leer.

Todos los contratos de seguros son disputables con excepción del seguro de vida a partir del tercer año. Así que el seguro de vida durante los primeros dos años es disputable, entiéndase discutible, debatible por omisiones o inexactas declaraciones de los hechos relevantes para la apreciación del riesgo.

Una vez transcurridos los primeros dos años de vigencia ininterrumpida, porque en ese caso es borrón y cuenta nueva para los dos años, el seguro de vida es “indisputable” ya no se discute, ya no hay motivo para no pagar por omisiones o inexactas declaraciones, supongo es por ello que se cubre incluso el suicidio.

Entonces en un seguro de gastos médicos o en un seguro de vida durante los primeros dos años, el pago del sinestro es disputable por omisiones o falsas declaraciones incluso cuando lo que no se dijo, la omisión, o lo que se falseó, la inexacta declaración, no tenga nada que ver con la causa del fallecimiento.

Es por ello que ante los ojos del beneficiario éste podría expresar –pero esa mentira no tiene nada que ver con la casusa del fallecimiento, él solo no dijo que estuvo hospitalizado hace un año y se murió de otra causa totalmente distinta, pero de ahí se agarran para no pagar– sin caer en cuenta que el asegurado obró de mala fe al omitir el dato y esto faculta a la compañía a considerar rescindido de pleno derecho el contrato, así lo establecen las condiciones de la póliza.

Es la compañía de seguros la que tiene que demostrar, probar, que no hubo buena fe por la omisión o inexacta declaración, y de hacerlo así es motivo suficiente para no pagar.

Hace varios años recibí solicitud de asesoría de una viuda en Tula Hidalgo donde de tres seguros de vida, de su difunto marido cada uno con una distinta compañía, dos de ellas pagaron pero la tercera, con nombre regiomontano, se negó a pagar por omisiones e inexactas declaraciones. -¿Cuáles son estas?- pregunté y la viuda no sabe, porque la compañía no le dice, solo dice que no le paga porque hubo omisiones e inexactas declaraciones. 

En estos casos, en que la compañía se niega a demostrar, se acudió a la CNSF quién solicitó a la compañía su comparecencia y ante la imposibilidad de demostrar la falsedad en las declaraciones terminó pagando, varios meses después, pero terminó pagando, y le condonamos el interés por pagar a destiempo, no el moratorio convencional sino el interés más alto en que tiene invertidas sus reservas, leo dejamos así para no complicar más la indemnización.

Hace también varios años se publicó acá en Monterrey la nota de que dos compañías de seguros no pagaron el seguro de vida de una mujer porque se presumía había fallecido por asesinato. Nota que me llamó la atención ya que eso, asesinato, no es causal para no pagar, pero el reportero o quien haya redactado la nota no sabe de qué habla. La mujer fue encontrada sin vida en el baño de su casa y los ministeriales sospechan que la muerte sucedió en otro lugar y luego el cuerpo fue movido, lo que da la pauta para presumir el asesinato y no muerte accidental.

Uno o dos días después otra nota especifica que las compañías de seguros no pagaron el seguro de vida porque la mujer falseó declaraciones en el llenado de la solicitud del seguro de vida que a la fecha del fallecimiento tenía un año y meses de haberse emitido. 

Tres mentiras, la primera en la dirección, que eso no es motivo para no pagar, segundo que su padre había fallecido de muerte natural cuando falleció de muerte accidental, que tampoco es motivo para no pagar y la tercera mentira que el estado de salud de su madre es sano, cuando su madre en insulinodependiente y es ella misma quien frecuentemente le aplica la inyección diaria.

Esta tercera mentira influye en la apreciación del riesgo y esta omisión o inexacta declaración es lo que distorsiona la realidad para el seleccionador de riesgos. Esta tercera mentira pone de manifiesto que la asegurada al llenar la solicitud, no obró de buena fe, falseando así información importante para la apreciación del riesgo.

¿Qué hubiera sucedido si dice la verdad? Tal vez nada y la póliza se hubiera emitido igual y se paga la muerte por cualquier causa, excepto suicidio en los primeros dos años, y las dos compañías no tendrían argumento para negar el pago, de que se murió, se murió, accidente u homicidio, no importa y se paga.

Tal vez con base en la estatura y peso y el agravante de una mamá diabética la compañía de seguros le hubiera aplicado pruebas médicas para descartar que padece diabetes, y si se detectara diabetes se emite la póliza con un cobro extra, por esa extra exposición a un riesgo fuera de lo normal y se le cubre el riesgo de muerte con una extra-prima, pero el si hubiera es sinónimo de… y no se pagó el seguro de vida por una omisión o falsa declaración.

Otro caso antes de entrar en conclusiones y recomendaciones. Este es reciente, de ayer. En la solicitud del seguro de gastos médicos mayores la asegurada contestó negativo a la pregunta de si en los últimos dos años se le han practicado pruebas de laboratorio. Al reclamar los gastos de su enfermedad incluye entre otros, gastos de una factura de pruebas de laboratorio con fecha de un mes antes del llenado de la solicitud.
Obvio que al saber esto la compañía de seguros rechaza el pago del siniestro, es evidente la omisión, ya que deja de manifiesto que la enfermedad inició antes de que empezara la cobertura de la póliza. (Definición de prexistencia.)

La plática subió de tono -Pero todavía no sabe de qué fueron estas pruebas de laboratorio, ni por qué me las realicé, a lo mejor ni siquiera han visto los resultados de las mismas y ya me está diciendo que no me van a pagar, no es justo que de eso se agarren para no pagar- era evidente la frustración al saberse desprotegida ante la diabetes. Otra vez caemos en el mundo del ¿qué habría pasado si hubiera…?

Así como no te conviene enojarte ni con tu contador ni con tu mesero, tampoco te conviene decir mentiras al llenar una solicitud de seguro y tomarte el tiempo para verificar que lo que tú dijiste, quedó asentado en la solicitud.

Este punto es muy importante, porque existen agentes de seguros que son ellos los que omiten o falsean declaraciones para que selección de riesgos no intervenga con requisitos adicionales. -Mejor no lo ponemos que no pasa nada- y luego sucede que sí pasa y por unos cuantos la llevamos todos. -Es poquito, no es para tanto, mide cinco centímetros de más y pesa cinco kilos de menos- lo cual altera por completo la apreciación del riesgo y habrá una viuda con hijos huérfanos de padre viviendo en el desamparo, sin poder cobrar los años de ingreso que el marido en vida quería dejarles por si se moría antes de tiempo para que la familia siguiera unida, y ahora gracias a este agente “light” los hijos crecen sin la mirada protectora de la madre, porque la madre tiene que hacer las veces de padre, así que sus hijos no tiene madre.

El que no tiene… vergüenza, ética, ni dignidad es el agente que, con premeditación, alevosía y ventaja acostumbra, porque se hace hábito, mentir, cambiar, distorsionar, tergiversar la información que recibe del solicitante, para hacer más "light" el trámite, para simplificar el proceso, para hacerse la vida más fácil.

La señora asegurada de la póliza de gastos médicos en un momento dijo –pero quién lee todo eso, no hay tiempo- y mi respuesta fue “TODOS”. Todos leemos antes de firmar, aunque le pongan caras, jetas, muecas. 

Es mejor ser desconfiado al recibir la cuenta en el restaurante y preguntar por ese platillo o copas extra que no llegaron a la mesa, es mejor ser desconfiado al registrarse en el hotel y verificar las fechas de entrada y salida, para no enterarse un día antes de lo proyectado, que debes desocupar la habitación por un error de captura y la habitación ya está asignada.

Si se tramita con solicitud en papel, la recomendación es que la llene el mismo asegurado, en tinta negra, con letra de molde, con su puño y letra, y con la guía del agente. Si tiene la fortuna, como nosotros, que la solicitud es electrónica, al momento de entregar la póliza que primero se lea, verifique y firme la versión impresa de la solicitud electrónica y luego se procede a la entrega de la póliza.

Si al momento de revisar la versión impresa de la solicitud electrónica, es necesario hacer alguna aclaración, ese es precisamente el momento de hacerlo, porque luego la viuda no podrá alegar –no se vale que de eso se agarren para no pagar-.

Me desido parafraseando a Facundo Cabral. Si estos malos agentes supieran que es mejor negocio y se gana más dinero siendo agente ético, se harían buenos agentes aunque sea por dinero.

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